Seguro de Hogar

En España, la contratación de un seguro de hogar no es obligatoria por ley para los propietarios de viviendas. Sin embargo, existen situaciones específicas en las que sí se requiere:

1. Hipoteca: Si la vivienda está sujeta a una hipoteca, es obligatorio contar con un seguro que, al menos, cubra daños por incendio. 
2. Contrato de alquiler: Aunque no es común, algunos contratos de alquiler pueden estipular la obligación de que el inquilino contrate un seguro de hogar. Generalmente, es el propietario quien asegura el inmueble, pero es recomendable que el inquilino adquiera una póliza que proteja sus pertenencias y cubra posibles responsabilidades civiles.

Es importante destacar que, incluso cuando no es obligatorio, contar con un seguro de hogar es altamente recomendable. Este tipo de póliza ofrece protección frente a diversos riesgos, como daños por agua, incendios, robos y responsabilidad civil, brindando tranquilidad y seguridad financiera ante imprevistos.

Puede exigir uno, pero no obligarte a contratarlo con una compañía concreta.

1. Rellena nuestro Formulario de Contacto. 

2. Te solicitaremos los datos necesarios para cotizar tu seguro (referencia catastral o dirección completa del inmueble, superficie de la vivienda, valor del contenido y continente, entre otros).

2. Te solicitaremos los datos necesarios para cotizar tu seguro (referencia catastral o dirección completa del inmueble, superficie de la vivienda, valor del contenido y continente, entre otros)

Del valor asegurado para continente y contenido, coberturas elegidas, ubicación y medidas de seguridad, entre otros factores.

Es la estructura del inmueble: paredes, techos, suelos, instalaciones fijas, etc.

Los bienes muebles del interior del hogar: muebles, electrodomésticos, ropa, etc.

Las coberturas básicas de un seguro de hogar suelen incluir las siguientes:

Daños materiales:

• Incendio, explosión y humo.
• Daños por agua (fugas, rotura de tuberías, etc.).
• Fenómenos atmosféricos (lluvia, viento, nieve,       granizo, rayos).
• Rotura de cristales, espejos y sanitarios.

Robo y hurto:

• En la vivienda (con o sin violencia).
• Daños causados durante el robo.
• Robo fuera del hogar (en algunos casos, como       carteras o móviles).

Responsabilidad civil:

• Cubre daños a terceros causados por ti, tu familia       o tu vivienda (por ejemplo, una fuga de agua que afecta al vecino).

Asistencia en el hogar:

• Servicios de urgencia (fontanero, electricista,       cerrajero).
• En algunos casos, alojamiento temporal si la       vivienda queda inhabitable.

Defensa jurídica:

• Asesoría legal.
• Reclamación de daños.

Estas coberturas pueden variar según la aseguradora y el tipo de póliza. También puedes añadir coberturas opcionales como asistencia informática, protección de mascotas o seguros para objetos de alto valor.